| "Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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31-05-2016 |
Una respuesta a Hector Amodio Perez.
Notas
“Pena, sobre pena y pena
HACEN QUE UNO LARGUE EL GRITO
La arena es un puñadito
PERO HAY MONTAÑAS DE ARENA”
He leído con atención su última nota–de la misma manera he seguido sus anteriores intervenciones, inclusive sus libros.
Hay en ella un tono polémico que no me parece mal, al fin y al cabo demuestra que quien escribe tiene ánimos y esta empecinado en lo que considera una causa justa: en esta caso la suya propia y su propio buen nombre.
Y la verdad es, que desde su aparición en el 2013, viene Ud. vertiendo elementos que nos apartan muy mucho de la versión interesada que la “historia oficial” del viejo MLN-Tupamaros había acuñado e impreso.
Versión –perdonesénos la disgresión, pero ya veremos que es oportuna- confortaba además de la nueva base militante del MPP -es decir, unos cientos de miles de votantes- todos los intelectuales burgueses, todos los escritores, historiadores y politólogos y todos los medios de comunicación burguesa. Una formidable coalición de intereses aparentemente opuestos , pero solo aparentemente, porque estaban todos con los mismos pies, todos revueltos, en la misma palangana.
El espectáculo es bastante deprimente, pero así es la realidad política nacional, desde los tiempos que Mario Benedetti –entonces ignoto escritor, de ámbito nacional- produjo su único ensayo: el Pais de la Cola de Paja.
El asunto central en Uruguay, es que nadie “haga olas”, que todo se mantenga en la visión bucólica –e interesada- de que “Como el Uruguay no hay”, la tacita del Plata y el “paisito”, todos ellos lugares comunes –y bien fallutos- machacados en cada oriental urbano desde la cuna a la vejez, a través de todo el aparataje del estado moderno: escuela, iglesia, prensa, escritores y medios de comunicación. Los políticos –aún hoy de capa caída, y en vías de perder su estatus de otrora- son los machacadores más empecinados del brulote.
Trabajan todos para el poder real: los que tienen los títulos de propiedad . Y “la política” en Uruguay, es un buen recurso para iniciar “la acumulación original” e integrarse a ese Olimpo de los Invictos. Después viene Punta del Este, el cenáculo, en el que –en verano- siguen planificando chanchullos.
¿Qué es el actual progresismo en el poder? –Es el recambio de elenco burgués, que no podían realizar los viejos partidos fundacionales, ni tampoco –acababan de perder el poder, repudiados por las inmensas mayorías nacionales-la cofradía del uniforme, la corporación de los oficiales y altos oficiales, lo que los humildes soldados cuarteleros con ironía popular denominan, “la crema”.
Fue “el cambio” al mejor estilo Lampedusa: que todo cambie, para que todo siga como está. Como estuvo, esta y, supuestamente estará, por los siglos de los siglos….amen.
El viejo MLN-Tupamaros, en su momento, en medio de la gran siesta nacional, de la charca, hizo “olas” y amenazó la placidez del pantano. Nos pegaron con saña por miedo, el miedo es siempre el principal componente de la crueldad.
Pero….todo esto….ya pasó. Pasó hace sus buenas casi cincuenta (50) años. Y acotemos –es una digresión- se encuentran los historiadores burgueses, más todo el histrionismo político- con que la vieja gesta, tiene comentadores, memorialistas, y deja casi una biblioteca de testimonios desde “los jefes” a los “servidores”. ¡Pavadita de testimonio para el futuro que seguro envidiarían los humildes paisanos, desde Artigas a los Treinta y Tres. Y desde Timoteo Aparicio a Aparicio Saravia!!
Vayamos ahora, al núcleo central de lo que plantea en su carta –bifronte- Hector Amodio Perez (HAP, de ahora en adelante).
¿Qué me reprocha – brevemente, es justo señalarlo- HAP?
Me reprocha si me voy a quedar solo “ en la indignación ” y agrega “es lo único que se te ocurre decir?”.
Vayamos por partes . Una necrológica, es ante que nada un homenaje. En este caso un homenaje a un militante y amigo. Pero –y no es batirse el parche a si mismo- no es la primera ni la única que he escrito. Vamos a enumerarle a HAP, varias otras, la primera fue a un fundador del viejo MLN-Tupamaro “el Negro” Leonel Vidal (“Ojitos” para otros), la segunda fue para un extraordinario militante y amigo: el “gallego” Antonio Mas Mas (que era mallorquin), la tercera fue para “el mexicano” Ricardo Perdomo y la última fue para Carlos Humberto Minetti “el Colorado”. A todos ellos los conocí personalmente, y recorrimos los senderos de la vida, varios años juntos. Con todo lo que eso puede dar de cercanía y conocimiento a una persona.
Me honra y reconforta haberlos conocido y alguno de ellos (me olvidaba de la necrológica a Ruben Sassano ) fueron maestros en la ética de la vida, formadores de una parte importante de mi conciencia militante. Que todos ellos me concedieran su amistad, que me dispensaran confianza, para mí dice mucho. Es mi particular “medallita” de los honores. No cualquiera pasaba la barrera de la observación minuciosa que significaba que dispensaran el trato y la amistad.
A todos ellos “el oficialismo” –a ellos y otras decenas de bravos militantes- no les dispensó ni un saludo final, después de tantos sacrificios, hombría y valor aportado. Los olvidó olímpicamente. Y eso , cuando no acumuló -en los recovecos de la covacha- entre los adulones, los “flojos” y los serviles, sobre ellos, diatribas e insultos infamantes, el “chusmerio” habitual. Sabían muy bien porque lo hacían.
Agreguemos, que esa amistad no estaba exenta de las discrepancias francas, a veces hasta de encontronazos más o menos fuertes sobre temas concretos, pero nada quebró el fundamento sobre el que se elevaba la confianza y el respeto mutuo.
Así que nos parece que el reproche de HAP es –por lo menos- bastante injusto.
Pero pasemos por alto eso y, vayamos a lo que me parece es lo fundamental del argumento de HAP.
Empezemos por señalar lo obvio: hoy día, de la “historia oficial” que hace escasamente 12 años, se levantaba como elemento referencial aparentemente imperecedero, hoy día –repetimos- no quedan sino ruinas. Duró menos que la falsa placa que atribuia El Faro de Alejandría al último de los Ptolomeos, según narra Jose Enrique Rodo en su parábola.
Hoy día “las Historias” más la calumnia grosera de “En la Nuca”, todas obras de EFH, están listas para ser -en la parte fundamental- desechadas y lo mismo sucede con el librito sobre Marenales. Inclusive las obras por encargo de algunos amanuenses tipo Gerardo Tagliaferro (2004), Nelson Caula y Alberto Silva (1986), Hugo Fontana (2001), Ernesto Gonzalez Bermejo (1985), y hasta la mamotretito de Walter Pernas (2013) pueden enviarse –sin mayores miramientos- al basurero de los libros que sirven para muy poco.
Y ni hablar de la larga colección de los epígonos, todos los que hicieron “su agosto” con historias más o menos anodinas tipo Gustavo Guerrero Palermo (2014) o, inclusive los tomitos de Rolando Sasso (que renueva “el trille” dejado por EFH, pretendiendo actualizar el brulote).
Para todos ellos y sus obras, el paso del tiempo, otras obras verdaderamente más sólidas y fundamentadas e, inclusive los testimonios de HAP, les han colocado una carga explosiva, en la base, demoledora. En consecuencia no les queda más que seguir repitiendo las viejas calumnias pero ahora, sin base material, digna de crédito. Se acabó lo que se daba!!!
Y, pese a todo – y ahora vamos directamente a nuestro argumento central - los “dueños con titulo de propiedad” del Uruguay y todo su superestructura mediatica y estatal, siguen reverenciando a todos estos verdaderos energúmenos del “Pepe”, la “Tronca”, el EFH, Agazzi y todo el séquito de seguidores, nuestra Armada Brancaleone, la auténtica Corte de los Milagros nacional en las que están Bonomi, “el Bicho”, “el raton” Luis Rosadilla y tantos otros chantapufis más.
¿Qué le dice todo esto a HAP? Porque esa , es la pregunta.
¿Qué le dice a HAP, todo lo que sucedió con él , cuando incauto de él, creyó en la Justicia y el Estado de Derecho del Uruguay post-dictadura y “democrático?
Y vamos a responderle francamente. Le dice a él y también nos dice a nosotros (no vaya a creer HAP que está tan solo en la contemplación de la injusticia y el verdadero mamarracho jurídico que se le hace ) que la sociedad uruguaya de clases, sigue siendo el mismo país de la Cola de Paja, que señalábamos al principio de esta –ya larga- intervención.
A todos estos farsantes, nadie los va a mandar presos, porque ayudan a garantizar “la gobernabilidad”, que no “haigan olas”, que todo discurra sin mayores alharacas. Eso , es lo que les sirve a los verdaderos dueños del Uruguay. Y no solo a ellos, también a los países vecinos cercanos y, al gigante del Norte.
La militancia de base, las “pobres gentes”, los que padecen la Historia , son -en este contexto- sacrificables. Inclusive un antiguo jefe como HAP que -cumplido el rol mediatico, sensacionalista y bombástico, para el cual lo trajeron- debe ser sacrificado.
Asi es como funciona el mundo, mientras manden todos estos verdaderos HDMP!!!
Nada más.
c.e.r.
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